La Justicia Divina y el Misterio del Rompecabezas

"¿Justicia? Si, claro. Como si en verdad existiera. La vida no es una película...en la realidad la justicia no es más que una fantasía"

Y esque hay que admitir que la llamada "justicia" huyó del país. Dicen las malas lenguas que porque la querían "meter a la cárcel". O al menos eso me contó la voz en mi cabeza, esa que hace unos meses me hizo pensar que estaba volviéndome paranoica.

Me tragué esa historia como creo las noticias transmitidas por televisión. Era la respuesta a mis preguntas y la causa de mis problemas: La justicia huyó.

Sin embargo soy fiel creyente de que hay alguien superior viéndolo todo para después de que tiremos el rompecabezas al piso desesperadamente, pueda armarlo de nuevo...sin que falte una pieza y cada una en el lugar preciso. Eso para mí es la justicia divina.

EL MISTERIO DEL ROMPECABEZAS

Cada día mis ojos se dedicaban a observar un rompecabezas fascinante, parecía una pintura. Varios amigos pasaban las tardes dedicados de una manera meticulosa a armar lo que parecía interminable. Pero alguien extraño se unió al grupo y fui testigo de como el desconocido quitaba las piezas del rompecabezas...cada día más incompleto; estaba fuera de mi alcance detenerlo, pues el vidrio de una ventana me impedía acercarme. La espera de que alguien viniera a detenerlo se volvió insoportable, ¿como nadie lo notaba? Estaba pasando frente a sus narices; pensé que era caso perdido. Era el momento de seguir adelante, mirar hacia nuevos horizontes, dejando el desastre atrás pero esa voz me decía "no, no te vayas, alguien se dará cuenta, no se puede quedar así"; un imán retenía a mi corazón de pollo en las ruinas que alguna vez formaron un paisaje otoñal.

De pronto alguien llegó a observar conmigo. Sentadas ahí...impotentes como un par de estatuas. Al menos la soledad no era un problema, ya no necesitaba a la voz para animarme, mi compañera lo hacía.

Pieza por pieza se iba desarmando y gritar para advertir no surtía efecto. Era el cuento de nunca acabar. Me pregunto si se daban cuenta que las últimas semanas no habían sido productivas. ¿Y notaron que últimamente discutían más? O era lo que percibíamos desde el cristal...porque no había sonido alguno.

Hasta que un día...lo que creía imposible, sucedió. La mesa del rompecabezas tuvo una sacudida estruendosa. El sonido estremecedor hizo que los dueños del puzzle se percataran del caos. La obra en la que tanto trabajaron, aniquilada frente a ellos. Y la duda entró en el juego...¿Quién estuvo tirando las piezas? Habrá sido...el Señor Mostaza en el invernadero con la tuerca? O tal vez la Señorita Escarlata...Hmmmm

Hey! Esperen! Ahora todo está claro...la respuesta siempre estuvo ahí. Fue la...MENTIRA; La Señora Mentira con la envidia en el cuarto del rompezabezas. Esa persona de apariencia indefensa y con disfraz amistoso...nadie lo podía creer; las pruebas señalaban hacia ella...y fue juzgada por todas esas personas que pusieron su esfuerzo en el rompecabezas de la vida.

En un parpadeo, ya no había división entre ellos y nosotros. Pudimos entrar y el rompecabezas empezó a ser armado de nuevo, fue tan fácil como unir los puntos para formar una estrella, y cada pieza llenó su hueco. Extrañamente, había piezas de sobra...esas que la mentira había puesto a la fuerza y que no pertenecían ahí. La voz me dice que el rompecabezas está casi listo para enmarcarse y ser puesto sobre una chimenea, en una casa con el puro calor del hogar.

MOMENTO! Momento...aun queda un misterio por resolver. ¿Qué causó ese ruido? ¿Quien o qué hizo posible que se resolviera el misterio del rompecabezas? La JUSTICIA DIVINA. Esa que viene de arriba. Es por eso del karma o del mismo Dios...la cosa es que al final, cada quien obtiene lo que merece. Y cada pieza encuentra su lugar.

Ya sabrán cómo obrar...bien o mal. A la Justicia Divina no se le escapa nadie.

...Están advertidos.